En el transcurso del año CADA UNA DE NOSOTRAS recibe muchas invitaciones. Algunas de ellas nos encanta recibir: invitaciones a la boda de una pareja amiga, a una cena íntima, a un concierto, o a disfrutar de un cafecito con una amiga. Otras invitaciones no nos gustan tanto, y nos preguntamos, ¿Cómo hago para salirme de esta? ¿Qué excusa puedo dar?

En este pasaje, nosotras recibimos la invitación más magnífica y más maravillosa que podamos haber recibido. Juan 7:37-38 nos cuenta, En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y en voz alta dijo: Si alguno tiene sed, venga a Mí y beba. 38Del interior del que cree en Mí, correrán ríos de agua viva, como dice la Escritura.

Era el gran día de la Fiesta anual de Tabernáculos. El último día de la fiesta era una convocatoria solemne, observada como un día de descanso especial. Durante la fiesta la gente le daba gracias a Dios por la cosecha. Los israelitas reconocían la deuda que tenían con Dios por haberles mandado la lluvia -- sin la cual -- no hubiera habido cosecha.

La fiesta duraba siete días. AL AMANECER DE CADA DÍA, los sacerdotes y la gente iban en camino al Estanque de Siloé con una jarra de oro. Llenaban la jarra con agua, y regresaban al templo. Entonces los sacerdotes vertían el agua al oeste del altar a lo que el coro cantaba las aleluyas de los salmos 113-118.

Algunos piensan que este ritual era para conmemorar el agua que Moisés sacó de la roca. ¡Y QUE SIMBOLIZABA A CRISTO! ¡Probablemente representaba el regalo de la lluvia que Dios les había dado! TAL PARECE QUE EN EL OCTAVO DÍA DE LA FIESTA… ESTA LIBACIÓN DE AGUA DIARIA… ERA OMITIDA.

Ese era el momento preciso para que Jesús ofreciera… ¡SU MAGNÍFICA INVITACIÓN!

Esto hace que las palabras -- que Jesús iba a decir -- fueran más penetrantes aun, Si alguno tiene sed, venga a Mí y beba. 38Del interior del que cree en Mí, correrán ríos de agua viva, como dice la Escritura.

ASÍ COMO ISRAEL -- EN EL ANTIGUO TESTAMENTO -- BEBIÓ DEL MANANTIAL QUE FLUÍA DE LA ROCA Y DABA VIDA -- ¡ASÍ CRISTO LES OFRECE AQUELLOS QUE CREEN EN ÉL... AGUA VIVA QUE DESBORDA, QUE NUNCA FALLA, QUE SATISFACE EL ALMA, Y QUE SACIA LA SED!

¿Cuál es la diferencia entre el agua que Jesús ofrece y el agua común y corriente? Cientos de botellas de agua saturan los estantes de los supermercados en muchos sitios, y llenan miles de máquinas expendedoras. Nada de eso existía cuando Jesús y Sus discípulos recorrían las colinas de Judea.

Hoy en día, en muchas partes del mundo, la gente todavía camina fatigosamente con grandes vasijas para sacar agua de los pozos aislados, y de las tuberías comunitarias. ¡SIMPLEMENTE NO PODEMOS VIVIR SIN AGUA!

Sin embargo, ninguna empresa tendría la osadía de sugerir que sus botellas contienen agua viva. La Fuente de la Juventud de la Florida atrae a miles de visitantes todos los años… ¡PERO SU AGUA NO ES VIVA! Jesús dice que si bebemos del agua QUE ÉL NOS OFRECE, nunca más tendremos sed.

JESÚS DRAMÁTICAMENTE SE OFRECE A SÍ MISMO A LA NACIÓN. SE OFRECE COMO LA FUENTE DE AGUA QUE CAMBIA LAS VIDAS DE LA GENTE… EN MANANTIALES VIBRANTES Y REFRESCANTES.

En un ambiente desértico, como el de ellos, la analogía espiritual tan gráfica que Jesús estaba haciendo, les debe de haber parecido COMO UNA PROMESA DE DARLES UN OASIS PRIVADO Y LLENO DE VERDOR. ¡LA REALIDAD ES QUE TODOS SABEMOS QUE SIN AGUA MORIREMOS!

Sin embargo, no es tan obvio – QUE NOSOTRAS MORIREMOS ESPIRITUALMENTE -- si no aceptamos la invitación de Jesús de ir a Él…Y BEBER. La gente muere de sed espiritual… PORQUE ELLOS NO CREEN QUE ES ESENCIAL BEBER DE JESÚS.

Nuestras vidas pueden ser retratos de aridez y sequedad, o pueden ser maravillosas retratos de manantiales burbujeando llenos de vida y vitalidad. ¡JESÚS HACE LA DIFERENCIA! Para encontrar vida en Él, todo lo que se necesita es un trago de Su agua viva. Cuando creemos en Jesús, establecemos una relación íntima con Él.

“VENGAN A MÍ,” les dice Jesús en voz alta a la multitud. Cuando nosotras bebemos agua, el agua se vuelve parte de nosotras. Cuando creemos en Jesús, Él viene a vivir en nosotras. Él sacia nuestra sed espiritual dándonos una nueva vida.

Al estar expuestas al poder de las palabras de Jesús, y al admitir que nuestro pecado no nos deja tener satisfacción ni plenitud en la vida… ¡NOS HACE IR A JESÚS! ¡EL MAGNETISMO DE JESÚS ES ENCANTADOR! En lo más hondo, confesamos que necesitamos a Jesús. Solo Él puede satisfacer nuestra sed espiritual.

Una de las tragedias -- de nuestra época moderna -- es que nosotras malinterpretamos LA SED DE DIOS por un deseo de tener cosas: como ropa nueva, un nuevo carro, una nueva experiencia, o cualquier otra cosa. Y aun cuando la gente se da cuenta que está sedienta, busca las cosas erróneas para satisfacer su sed.

Jesús estaba en control de todo. Él había escogido el momento preciso. Sus palabras eran concisas y poderosas. ¡Si alguno tiene sed, venga a Mí… y beba! ¡Qué presentación tan bella, tan poderosa y tan dramática… ¡DE UNA VERDAD ESPIRITUAL TAN ESTUPENDA!

VEAMOS EL ALCANCE QUE LA INVITACIÓN DE CRISTO TIENE! Por un lado, es tan amplia como la humanidad entera. Jesús dijo, ¡SI ALGUNO! … Como en Su época -- lo mismo que en la nuestra – todos están incluidos en la invitación. Jesús dijo, SI ALGUNO TIENE SED, VENGA A MÍ… Y BEBA. ¡TODOS PODEMOS!

Hoy en día… LA MISMA INVITACIÓN FLUYE DE CADA PÚLPITO CRISTIANO, y de parte de los fieles testigos de Cristo en nuestra tierra. ¿HAS ESCUCHADO? ¿HAS ESCUCHADO ESTA MAGNÍFICA INVITACIÓN? ¡Tú eres la persona a quien Jesucristo le está hablando! “VEN” significa: CREE… TEN FE EN JESÚS… ENTRÉGATE A ÉL. ¿Harás eso?

Si vas a Jesús, irás a Aquel que vino a la tierra para redimirte, que murió en la cruz por tu pecado, y que luego resucitó, y fue glorificado por Dios. ¿Estás invitada a “beber” de Cristo, como si bebieras de un manantial? No hay ninguna otra fórmula para satisfacer la sed del alma humana. No hay otra bebida más que Jesús. ¡ESTA ES UNA MAGNÍFICA INVITACIÓN!

Mi prima Bertita era todo lo que nosotras, como mujeres, quisiéramos ser. No solo era guapa y agradable, sino que todo lo que sus manos tocaban, con respecto a la tierra, lo hacía bello. Aunque como primas nos reuníamos cada vez que yo iba a Lima, esta vez, Bertita nos 1nvitó a pasar el fin de semana en su casa de campo en Chincha.

Su casa de campo era espectacular. Los jardines eran grandiosos. La variedad de flores y los árboles eran algo que yo nunca había visto. ¡Todo plantado por ella! Ella cultivaba sus propias verduras, y comía muy saludable. ¡Pudimos saborear muchas de sus verduras orgánicas!

Me dio tanto gusto haber ido, y haber compartido momentos tan lindos con ella y con mis primas –especialmente que a los pocos meses -- Bertita cayó enferma de una enfermedad muy rara que no tenía cura. Y al año siguiente, se murió. ¡TODO SUCEDIÓ TAN RÁPIDO! ¡UNA MUJER TAN LLENA DE VIDA!

¡Ese fin de semana con Bertita y mis primas fue un regalo de Dios! ¡Fue la última vez que la vi! ֎ ¡PERO HA QUEDADO ALGO MUY HERMOSO EN MI CORAZÓN! Durante su enfermedad, yo llamaba a Bertita por teléfono de vez en cuando, y también nos comunicábamos por mail.

Yo le contaba acerca del gran amor que Jesús sentía por ella. Le dije que fuera a mi página y buscara mi video CONOCE A DIOS.

Al poco rato, me escribió que había visto el video CONOCE A DIOS y que le había encantado el mensaje. ¿CUÁL ERA EL MENSAJE? ¡ERA LA MAGNÍFICA INVITACIÓN DE CRISTO! En mi corazón, tengo la certeza que ella escuchó a Cristo hablándole al corazón. Jesús le ofreció agua viva.

¡Quiero creer “de todo corazón” que ella aceptó la invitación! ¡Que ella creyó en Él! El Señor dispuso todas las cosas para hablarle a Bertita al corazón. JESÚS MURIÓ POR ELLA… PARA PERDONARLE SUS PECADOS Y PARA QUE ELLA VIVIERA CON ÉL -- EN EL CIELO -- PARA SIEMPRE.

¡ESTA INVITACIÓN TAMBIÉN FUE HECHA PARA TI Y PARA MÍ! FUE ESCRITA CON EL PUÑO Y LETRA Y LA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO! ¡ACEPTARÁS SU MAGNÍFICA INVITACIÓN?