El Salmo 103:1-2 dice, ¡Bendice, alma mía, al Señor! ¡Bendiga todo mi ser Su santo nombre! 2 ¡Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguna de Sus bendiciones! Aunque el olvido, AUMENTA CON LA EDAD, es realmente común en todos nosotros. Aun los niños, TIENEN LAPSOS DE MEMORIA, y se hacen los locos… “Ay, ¡me olvidé”!

Pero hay una clase de olvido que es imperdonable a cualquier edad, ¡OLVIDARTE DE SERLE AGRADECIDA A DIOS! David, el salmista, ESTABA DECIDIDO a no fallarle al Señor de esta manera. ¡DAVID NO MANTUVO” SU AGRADECIMIENTO A DIOS” EN SECRETO!

En el Salmo 34:2, él escribió, Alabaré al Señor con toda el alma. ¡Escuchen, gente humilde, Y ALÉGRENSE! Y quién eran los humildes? Eran aquellos, QUE COMO DAVID, estaban pasando por tiempos difíciles. ¿Por qué se alegrarían ellos de escuchar sus alabanzas?

Porque su propia fe era fortalecida, cuando él testificaba DE LA AYUDA DE DIOS… en tiempos de miedo, de dificultades, de necesidad, de dolor o aflicción.

¿Cuándo fue la última vez que alabaste a Dios… ABIERTAMENTE Y SIN TENER VERGÜENZA, por haberte ayudado en tus dificultades? Se ha dicho que, “Si los cristianos alabaran más a Dios, el mundo DUDARÍA MENOS DE ÉL”.

Por lo tanto, no solo es apropiado expresar tu gratitud POR TODOS SUS BENEFICIOS, sino que tu ejemplo TAMBIÉN PUEDE ALENTAR A OTROS a deshacerse de la duda “Y ACOGER LA FE”, a lo que alabas a Dios.

7 [Dios] dio a conocer sus caminos a Moisés; los hijos de Israel vieron sus obras. ¿Estás contenta con simplemente saber acerca de las obras de Dios, o quieres también conocer Sus caminos? ¡HAY UNA GRAN DIFERENCIA! Esta diferencia es ilustrada en las vidas de los hijos de Israel, a comparación de la vida de Moisés.

Los Israelitas presenciaron los milagros que Dios hizo. Ellos caminaron a través del Mar Rojo en tierra seca, TAL COMO MOISÉS HABÍA HECHO. Ellos comieron el maná y las codornices del cielo, COMO MOISÉS TAMBIÉN HIZO. Estaban contentos de recibir las provisiones de Dios… ¡SIN CONOCER A DIOS!

Sin embargo, Moisés vio más allá de las provisiones de Dios. ¡ÉL VIO A LA PERSONA DE DIOS! Otros, como los hechiceros egipcios, PODÍAN HACER ACTOS MILAGROSOS, pero nadie podía hacer las cosas, de la forma como Dios las hacía.

Por eso Éxodo 7:11-12 dice, Pero el faraón llamó también a los sabios y hechiceros de Egipto, y con sus encantamientos ellos hicieron lo mismo: 12 cada uno arrojó su vara, y éstas se volvieron en culebras. Sin embargo, la vara de Aarón se tragó a las varas de ellos.

La forma como Dios actuaba era una ventana a Su naturaleza. SI MOISÉS SE HUBIERA CONTENTADO SOLO CON EL PODER DE DIOS, él podría haber aceptado la presencia de un ángel, y ser victorioso en sus esfuerzos. Pero Moisés le respondió a Dios en Éxodo 33:15: Si Tú no vas a venir conmigo, no nos saques de aquí.

¡MOISÉS QUERÍA EXPERIMENTAR MÁS DE DIOS! Él quería experimentar A DIOS MISMO, no solo a la actividad de Dios. Hoy en día, ALGUNOS COMO LOS ISRAELITAS, están muy contentos con experimentar la actividad de Dios, ¡SIN QUERER CONOCER A DIOS! Son los beneficiarios de oraciones contestadas, ¡PERO NO LLEGAN A CONOCER AL PROVEEDOR!

Son bendecidos, POR EL CUIDADO PROVIDENCIAL DE DIOS, a favor de sus familias, sus hogares, y sus trabajos. Pero no les interesa conocer ¡A AQUEL! de quien vienen todas las bendiciones.

Se benefician de la protección de Dios, ¡PERO NO LES INTERESA FAMILIARIZARSE CON EL PROTECTOR! ¿Has llegado a conocer a Dios, personalmente, como resultado de tus experiencias con Él? ¿Le agradeces por Sus bondades y bendiciones?

11 Tan alta como los cielos sobre la tierra, ES SU MISERICORIDIA con los que le honran. Muy pocas personas han experimentado un amor “TAN EXTRAORDINARIO” en sus relaciones humanas.

Y aun aquellos que lo han experimentado, se dan cuenta que el amor humano, muchas veces, nace de una mezcla de motivaciones, o de necesidades emocionales poco saludables. Pero un amor puro, sacrificado, extravagante, apasionado, y firme es difícil de comprender. Hemos visto muy pocos ejemplos de eso… ¡CAPAZ NINGUNO!

Así que cuando nos hablan acerca del amor incondicional de Dios –de la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo – asentimos, muchas veces, con nuestra cabeza, ¡SI! Pero nuestro corazón no ha sido tocado. ¡NO ES QUE NO LO CREEMOS! ¡ES QUE NO LO SENTIMOS!

Se vuelve en una solución intelectual, en vez, de un cálido abrazo. Mientras tanto, EL DIOS, cuyo amor es más grande de lo que nos podemos imaginar, BUSCA CORAZONES QUE LO QUIERAN RECIBIR. ¿Cómo puede el poder del amor de Dios PASAR DE NUESTRA CABEZA A NUESTRO CORAZÓN?

NO POR UN MEJOR RAZONAMIENTO, ni repitiendo versículos pertinentes, y ni por escuchar más explicaciones. Normas mentales hacen muy poco por el corazón. A decir verdad, ¡FIJAN MÁS LAS COSAS EN NUESTRA MENTE!

La única forma… QUE PODEMOS CONOCER ESTE AMOR, es por medio de normas espirituales y emocionales, POR MEDIO DE LA EXPERIENCIA, y por medio la clase de fe, QUE PUEDE ACEPTAR LAS VERDADES “QUE LA MENTE” NO PUEDE ENTENDER.

Y de la única forma, que cualquiera de estas cosas puede suceder es, NO POR PROPIO ESFUERZO, sino recibiéndolas de Dios. Y el primer paso, “EN CASI TODO EN LA VIDA CRISTIANA” ES DE PEDIRLO. La religión nos da instrucciones paso-a-paso. ¡SI!

PERO EN UNA RELACIÓN, experimentamos vida, y todas sus bendiciones… ¡SIMPLEMENTE CON RECIBIRLAS! No te esfuerces por entender el amor de Dios… ¡ACÉPTALO! ¡Pídele una revelación mayor de Su amor!

Acepta esta verdad aun cuando tu mente no la entienda. Con respecto a la Palabra de Dios, ¡SU AMOR SIEMPRE SERÁ MÁS GRANDE DE LO QUE PODEMOS ENTENDER! ¿Tienes problemas a veces alabando a Dios? ¿Te sientes, algunas veces, tan desalentada que has perdido tu gozo? ¿Se te hace difícil ser agradecida a Dios?

¿Sabes qué? Cuanto más conozcas a Dios, ¡MÁS QUERRÁS ALABARLO! ¡MÁS QUERRÁS AMARLO! ¡MÁS AGRADECIDA SERÁS ¿Cómo podemos conocerlo más profundamente, y ser agradecidas? (1) CONTÉMPLALO EN LA PALABRA. Nosotras podemos conocer a Dios MÁS ÍNTIMAMENTE en la Escritura. La Palabra de Dios REVELA al Dios de la Palabra.

(2) CONTÉMPLALO EN LA ADORACIÓN. Habiéndolo mirado en la Biblia, luego míralo a la cara. Canta los grandes himnos de la fe, que están anclados en sana doctrina. (3) CONTÉMPLALO EN EL MUNDO. Alrededor nuestro, la creación es el testimonio de la majestad de Dios. Contempla el cielo y las estrellas… ¡Y ADMIRA SU GRANDEZA!