¿Quieren escuchar un mensaje que es muy simple, pero a la vez, ¿SOLEMNE? Es lo que más se necesita en la IglesiaHOY EN DÍA. Y es la cosa,SOBRE TODAS LAS COSAS,” que hombres y mujeres en todas partes DEBEN DE BUSCAR DE TODO CORAZÓN. ¡ES ESTAR LLENAS DEL ESPÍRITU SANTO!

Es la voluntad de Dios, que cada una de Sus hijas, viva completamente, Y CONSTATEMENTE bajo el control de Su Espíritu. Si no estamos llenas del Espíritu Santo es absolutamente imposible, QUE NOSOTRAS, COMO CRISTIANAS, O COMO IGLESIA, podamos vivir, o servir, como Dios manda.

En todas partes, Y EN TODO, “VEMOS LA PRUEBA… EN LA VIDA Y LA EXPERIENCIA DE LAS CRISTIANAS,QUE ESTA BENDICIÓN, NO ES GOZADA EN LA IGLESIA, y que desgraciadamente, NO ES MUY BUSCADA TAMPOCO.

Esta bendición ha sido preparada para nosotras, y Dios está esperando PARA DÁRNOSLA. ¡Y POR FE PODEMOS RECIBIRLA!

Sin embargo, el gran obstáculo en el camino ES NUESTRA VIDA CENTRADA EN EL YO, Y EL MUNDO QUE NOS DISTRAE, ¡Y USURPA EL LUGAR QUE SOLO CRISTO DEBIERA OCUPAR!

No podemos ser llenas del Espíritu Santo, hasta que no estemos dispuestas a ENTREGARNOS COMPLETAMENTE, a ser guiadas por nuestro Señor Jesucristo, RENUNCIANDO Y SACRIFICÁNDOLO TODO, ¡POR ESA PERLA DE GRAN VALOR!

EMPECEMOS EN ORACIÓN

Padre, gracias por tu Espíritu, que obra en nuestras vidas. Te pido que todo lo que hagamos sea siempre para la gloria de tu nombre. Gracias, Señor, porque tu Espíritu Santo nos ilumina y nos guía cuando escuchamos y leemos tu Palabra.

Gracias, Padre, por obrar poderosamente en nuestras vidas a través de tu Palabra. Queremos vivir vidas que te plazcan. Queremos darte el lugar de honor que te mereces. Abre nuestros ojos y oídos espirituales para escuchar lo que tienes que decirnos hoy, y aplicarlo a nuestras vidas. En el nombre de Jesús. Amén.

El título de este mensaje es ¡EN AQUEL DÍA GLORIOSO! ¿De qué día glorioso estamos hablando? Nada menos, que del Día de Pentecostés.

Hechos 2:4 dice, “Cuando llegó el día de Pentecostés, todos ellos estaban juntos, y en el mismo lugar. 2 De repente, un estruendo, como de un fuerte viento vino del cielo, y sopló y llenó toda la casa donde se encontraban.

3 Entonces aparecieron unas lenguas, como de fuego, que se repartieron y fueron a posarse sobre cada uno de ellos. 4 Todos ellos fueron llenos del Espíritu Santo.”

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A lo que nuestro Señor Jesucristo dejaba este mundo, Él le prometió a Sus discípulos, que Su partida, LOS BENEFICIARÍA. Les dijo en Juan 16:7, 14, “Pero les digo la verdad: les conviene que Yo me vaya; porque si no me voy, El Consolador no vendrá a ustedes; pero si me voy, Yo se lo enviaré.”

Cuando Jesucristo les habló a los discípulos, por última vez, El prometió enviar al Espíritu Santo para consolarlos. Aunque en su cuerpo físico, Jesús ya no estaría más con ellos, siempre estarían conscientes de Su presencia dentro de ellos. El Espíritu Santo revelaría al CRISTO EXALTADO.

Los pastores serian negligentes, si alentaran a la gente a amar a Jesucristo, SIN ADVERTIRLES -- AL MISMO TIEMPO -- QUE NO PUEDEN HACERLO, por sus propias fuerzas.

Necesitas la ayuda del Espíritu Santo, que es quien puede llenar tu corazón con amor, y enseñarte a amar. Por medio del Espíritu Santo, podemos experimentar la Presencia y el Amor de Jesucristo durante todo el día.

Sin embargo, PARA ESTO, ¡ÉL NOS TIENE QUE POSEER ABSOLUTAMENTE! Jesús quiere NUESTRO CORAZÓN Y NUESTRA VIDA ENTERA. Jesús no puede hacer Su obra en ti. Él no puede gobernar ni revelarse a Sí mismo, a menos que tu corazón, y todo tu ser, sea poseído y llenado por Su Espíritu Santo

Él nos da la fuerza interior, QUE NOS ENSEÑA A TENER COMUNIÓN CON DIOS, a obedecer Sus mandamientos, y a permanecer en Su amor.

Una vez que entendamos por completo ESTA VERDAD, nos daremos cuenta de cuánto necesitamos al Espíritu Santo,y le rogaremos al Padre, para que lo envíe con poder a nuestras vidas. El Espíritu nos enseñará a amar la Palabra, a meditar en ella, y A OBEDECERLA.

Nos revelará el amor de Cristo, para que podamos amarlo con corazones puros, en medio de nuestras vidas ocupadas y llenas de distracciones.

PAUSA

Y en el día de Su ascensión, Jesús volvió a reiterarles a Sus discípulos acerca de la venida del Espíritu Santo, cuando les dijo en Hechos 1:8: “Pero cuando venga sobre ustedes el Espíritu Santo recibirán poder, y serán mis testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”

Así que, los discípulos estaban reunidos en silencio, y en oración. Obedientemente, esperando la promesa de la llegada del Espíritu Santo, y el mandato del Señor, A NO HACER NADA, hasta que este evento NO OCURRIERA.

Y DESPUÉS DE DIEZ DÍAS DE ORACIÓN, ¡LA TAN ANSIADA PROMESA DE LA LLEGADA DEL ESPÍRITU, SE CUMPLIÓ! EL GRAN DÍA DEL NACIMIENTO DE LA IGLESIA LLEGÓ.

Hechos 2:4 dice, “Cuando llegó el día de Pentecostés, todos ellos estaban juntos y en el mismo lugar. 4 Todos ellos fueron llenos del Espíritu Santo.”

¡ASI QUE! ¿Cuáles fueron las bendiciones que los discípulos recibieron EN AQUÉL DÍA GLORIOSO DE PENTECOSTÉS? Miremos a 7 de las bendiciones:

1. LA PERMANENCIA CONSTANTE Y LLENURA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO POR MEDIO DEL ESPÍRITU SANTO

Esta es la primera bendición de Pentecostés, ¡Y ES LA MÁS IMPORTANTE!. Durante la comunicación,entre nuestro Señor y Sus discípulos en la tierra, Jesús estuvo totalmente entregado a enseñarles, entrenarlos, renovarlos y santificarlos.

Durante Su ministerio en la tierra, JESÚS SIEMPRE TRATÓ, a cada uno de Sus discípulos de forma muy personal. Los trataba conforme a su propia personalidad, y a las circunstancias a las que se estaban enfrentando. Las conversaciones eran íntimas – Y EN TODO -- Jesús demostraba que El conocía a Sus ovejas – POR NOMBRE.

Para cada persona, Jesús siempre tenía una palabra amable… una palabra de sabiduría, que satisfacía su necesidad. ¿Supliría el Espíritu Santo esta necesidad también? ¿Mostraría Él esa misma atención tierna y personal, que hizo la instrucción de Jesús tan querida?

Todo lo que Cristo había sido para Sus discípulos, el Espíritu lo restauraría con mayor poder todavía. Ellos estarían más contentos, más seguros, y más fuertes, CON JESUS EN EL CIELO, que en la tierra.

Jesús había sido sabio y paciente con ellos. Con Su manera tan tierna de tratarlos, cada discípulo sentía que Jesús era su mejor Amigo. La vida en el Espíritu Santo fue dada , para restaurar esa amistad tan íntima, y restablecer la instrucción que habían recibido de Jesús.

Sin embargo, DE MUCHAS FORMAS, ellos siguieron siendo SOLO lo que eran. La razón fue, QUE HASTA ESTE PUNTO, Jesús había sido elCRISTO EXTERIOR, que estaba al lado de ellos. Y QUE DESDE FUERA, obraba en ellos por medio de Su Palabra, Y SU PROPIA INFLUENCIA.

Pero con la llegada de Pentecostés , esta condición cambió totalmente. En el Espíritu Santo, COMO EL CRISTO INTERIOR, Jesús descendió para habitar en ellos, y convertirse en ”VIDA DE SUS VIDAS,” en lo más íntimo de sus seres.

Esto es lo que JESÚS MISMO les había prometido en Sus palabras en Juan 14:18,20, “No los dejaré huérfanos: vendré a ustedes. 20 En aquel día ustedes sabrán que Yo estoy en Mi Padre, y que ustedes están en Mí, y que Yo estoy en ustedes.”

Esta fue la fuente de todas las otras bendiciones, que vinieron en Pentecostés. Jesucristo, EL CRUCIFICADO, EL GLORIFICADO, EL SEÑOR DEL CIELO, vino con poder, POR EL ESPÍRITU SANTO, para impartirle a Sus discípulos, ESA PRESENCIA PERMANENTE DE SI MISMO, que les había prometido.

AQUEL, a quien habían tenido presente en carne y hueso, viviendo con ellos en la tierra, ahora lo habían recibido por el Espíritu, en Su gloria celestial--dentro de ellos. En vez de un JESÚS EXTERIOR CERCA DE ELLOS, ahora habían recibido a un JESÚS INTERIOR, DENTRO DE ELLOS.

El Espíritu Santo fue enviado CON UN NUEVO CARÁCTER… UN NUEVO PODER, tal como nunca antes había venido. Este nuevo poder fue el mismísimo ESPÍRITU DEL CRISTO GLORIFICADO. La obra del Hijo, y el anhelo del Padre, fueron cumplidos. El corazón del hombre se había convertido en el hogar de su Dios.

No es de extrañarse que, así como El Espíritu Santo descendió del Padre, A TRAVÉS DEL HIJO GLORIFICADO, la naturaleza entera de los discípulos fue saturada, HASTA REBOSAR, con el gozo y el poder del cielo. Fueron colmados con la presencia de Jesús, y sus labios rebosaban con adoración y alabanza por la obra maravillosa de Dios.

Pentecostés viene cuando los creyentes permanecen unidos en adoración y en amor y en oración. Dios le da el Espíritu Santo A LOS OBEDIENTES. El poder le pertenece a Dios, y permanece Suyo para siempre. Si quieres que Su poder obre en ti, entrégate completamente a la guía de Dios.

No nos contentemos con orarle a Dios, A QUE VISITE Y BENDIGA A AQUELLOS QUE NO SON SALVOS, o con nuestros propios esfuerzos, hacer lo que podamos por ellos. EN VEZ, cada creyente debe entregarse completamente, LLENO DEL ESPÍRITU, para vivir como testigo de Jesús,

2. DE LA PRIMERA BENDICIÓN, SALE LA SEGUNDA: EL ESPÍRITU DE JESÚS ENTRÓ EN ELLOS PARA SANTIFICARLOS

Por las Escrituras, podemos ver cuántas veces Jesús tuvo que regañar a Sus discípulos por su orgullo,¡y exhortarlos a la humildad! ¡Pero fue en vano! Aun en la última noche de Su vida en la tierra, sentados a la mesa durante la Última Cena, los discípulos seguían discutiendo acerca de quién de ellos sería el mayor. ¡El más importante!

La influencia de la ENSEÑANZA DEL CRISTO EXTERIOR, no fue suficiente para redimirlos del poder del pecado en ellos. Esto solo se podía lograr por la vida de Cristo en ellos. Solo cuando Jesús entró en ellos, por el Espíritu Santo, pudieron experimentar un ¡cambio completo!

Primero de Pedro 1:1-2 dice, “A los elegidos… según el propósito de Dios Padre, y mediante la santificación del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser limpiados con Su sangre.”

Y en Juan 17:17, Jesús le ora al Padre, “Santifícalos en tu verdad. Tu Palabra es verdad.” El objetivo principal de la Palabra de Dios¡es hacernos santas! No importa cuánto esmero pongamos, o cuánto éxito tengamos en nuestro estudio de la Biblia, NO NOS BENEFICIARÁ EN NADA, si no nos hace más humildes y más santas.

El Espíritu nos abre los ojos para entender, EL POR QUÉ... tanta lectura de la Biblia, tanto conocimiento de la Biblia, y tanta prédica de la Biblia produce TAN POCO FRUTO en verdadera santidad. ¡ES PORQUE LA BIBLIA ES ESTUDIADA CON UNA SABIDURÍA “QUE NO ES DEL CIELO!”

Cuando nadie espera en Dios, ni pide sabiduría, entonces el Espíritu de Verdad se queda callado. El no hablará, a menos, que escuche al Dios del cielo. Este es el gran peligro de la vida cristiana. -- De tratar de conocer la verdad de Dios en Su Palabra, sin esperar al Espíritu de Verdad en su corazón.

Satanás todavía se mueve entre la gente. El conocimiento sigue siendo su gran tentación. Hay muchos cristianos, QUE PODRÍAN CONFESAR, que su conocimiento de la verdad divina, hace muy poco por ellos. Los deja indefensos contra el mundo y el pecado.

Por eso, órale a Dios cada mañana: “Abba, Padre, renueva dentro de mí el don de tu Espíritu Santo para este día.”

3. UN CORAZÓN, QUE REBOSA CON EL AMOR DE DIOS, ES PARTE DE LA BENDICIÓN DE PENTECOSTÉS

Fuera del orgullo, la falta de amor fue el pecado, por el cual Jesús tuvo que regañar a Sus discípulos a cada rato. Ambos pecados tienen, en verdad, la misma raíz: ES EL EGOÍSMO, y el deseo por todo lo que es tentador.

El nuevo mandamiento , por el cual la gente sabría que eran discípulos de Jesús, sería por el amor que se tenían los unos por los otros.

En el día de Pentecostés, el Espíritu del Señor derramó Su amor en los corazones de los Suyos. El Reino de los cielos, CON SU AMOR, había descendido sobre ellos, ¡Y EN ELLOS! El Espíritu Santo, y el amor maravilloso de Jesús, ¡LOS LLENÓ! Ahora JESÚS MISMO habitaba en ellos.

Pablo dice en Efesios 3:16-17, “Para que por Su Espíritu, y conforme a las riquezas de Su gloria, los fortalezca interiormente con poder. 17 Para que por la fe Cristo habite en sus corazones, y para que, arraigados y cimentados en amor

18 sean ustedes plenamente capaces de comprender, con todos los santos, cual es la anchura, la longitud, la profundidad, y la altura del amor de Cristo. 19 A fin, que conozcan ese amor, que excede a todo conocimiento, para que sean llenos de toda la plenitud de Dios.”

La llenura del Espíritu Santo y la presencia de Cristo en nosotras, TRAEN EN SÍ MISMOS, una vida que tiene sus raíces, su gozo, su poder, y su evidencia EN EL AMOR, porque CRISTO MISMO, que habita en ti, ES AMOR.

Yo me acuerdo, hace años, fui en un viaje misionero a las reservaciones indias de Dakota del Sur en los Estados Unidos. Nuestra misión era de ir, todos los días, a una reservación india diferente en el ómnibus de la iglesia.

Cuando llegábamos a la reservación, todos los chiquitos y las chiquitas salían corriendo de sus casas a recibirnos. ¡Parecía que había llegado el circo! ¡El ministerio consistía en poner un gran toldo, una plataforma, y muchas sillas.

¡El show estaba al comenzar! Hacíamos títeres, cantábamos lindas canciones, hacíamos pequeños dramas.

Les pintábamos las caritas, y compartíamos el evangelio con ellos. Terminábamos el día, lavándoles los pies, como hizo Jesús con Sus discípulos, y les poníamos mediecitas y zapatitos nuevos. ¡Era todo un evento!

En una de las reservaciones que visitamos, conocí a una chiquita linda, que se llamaba Mónica. Tendría en ese tiempo 11 años. Ella se encariñó mucho conmigo, y yo con ella. ¡Se convirtió en mi compañerita! Me seguía por todas partes. Yo sentía que el amor de Dios se estaba derramando sobre nosotras.

Pude compartir con ella el amor de Cristo. Cuando llegó el momento de irnos, ella se quedó muy triste, porque yo me iba. Me preguntó cuándo iba a volver. Le dije que no sabía. Pero que si no volvía, nos veríamos en el cielo.

A lo que nos acomodábamos en el ómnibus para regresar a la casa misionera, noté que Mónica estaba paradita en su bicicleta a lado de mi ventana. Nos hacíamos adiós con el amor de Cristo. Cuando el ómnibus arrancó, ella arrancó también. Pedaleó a toda velocidad para poder seguirle el paso al ómnibus.

Pero a las finales, ya no pudo más. A lo que miré por la ventana trasera del ómnibus, vislumbrando el horizonte, ahí estaba Mónica paradita en su bicicleta, haciéndome adiós. Fue una dulce despedida.

Ya han pasado muchos años, pero todavía recuerdo el amor que nos unió en aquel día. Me quedé con la esperanza, QUE SI ALGÚN DÍA, alguien le hablara a Mónica de Jesús, que ella recordara el amor, que Cristo le prodigó, EN AQUEL DÍA, a través mío.

Y para que se entregue completamente a Él. Y que lo sirva en el amor y poder del Espíritu Santo.

4. LA VENIDA DEL ESPÍRITU CAMBIÓ LA DEBILIDAD Y EL MIEDO, EN VALENTÍA Y PODER

Cuando Pedro se asustó al escuchar las palabras de una mujer, ¡ESTE NEGÓ A SU SEÑOR! Esa misma noche, todos los discípulos huyeron y abandonaron a Jesús. Aunque sus corazones estaban unidos al de Él, ellos hubieran querido REALMENTE cumplir la promesa que le hicieron a Jesús. ¡La de morir con El!

Pero cuando llegó el momento de crisis, no tuvieron la valentía ni el poder para hacerlo. Es por eso,QUE ELLOS PODRÍAN HABER DICHO en Romanos 7:18, “Yo sé que en mí, ESTO ES, en mi naturaleza humana, no habita el bien; porque el desear el bien está en mí, pero no el hacerlo.”

Sin embargo, después de la bendición del Espíritu en Pentecostés, ya no habría diferencia entre el querer, y el hacer. Con Cristo viviendo en nosotras, Dios obra tanto el desear, como el hacer.

Con esa confianza de espíritu, PUDO PEDRO, en el día de Pentecostés,ATREVERSE A PREDICAR AL CRISTO CRUCIFICADO a miles de judíos hostiles. Con que audacia pudo,AUN ANTE LA OPOSICIÓN DE LOS LÍDERES DE LA GENTE, decir en Hechos 5:29, “Es necesario obedecer a Dios, antes que a los hombres.”

Con qué valentía y gozo fueron comisionados Esteban y Pablo, y tantos otros, a enfrentarse a las amenazas, al sufrimiento,Y A LA MUERTE. ¡Ellos hicieron esto brillantemente! Era porque el Espíritu de Cristo, el Victorioso, ¡SI! CRISTO MISMO, el que había sido glorificado – ¡VIVÍA EN ELLOS!

Es el gozo de la bendición de Pentecostés, que nos da la valentía y el poder para hablar por Jesús, PORQUE TODO NUESTRO CORAZÓN ESTÁ LLENO DE ÉL.

5. LA BENDICIÓN DE PENTECOSTÉS HACE “TODA LA PALABRA DE DIOS” NUEVA.

En Juan 16:14, Jesús les dice a Sus discípulos, “[El Espíritu] me glorificará, porque tomará de lo mío y se lo hará saber.”

Muchas de nosotras, en nuestra era moderna, quisiéramos haber visto a Jesús CUANDO ÉL CAMINÓ EN ESTA TIERRA. Quisiéramos haber visto Sus milagros DE CERCA, y haber escuchado Sus palabras en vivo y en directo.

Si hubiéramos podido escuchar Su tono de voz, cuando predicaba, o haber observado cómo se relacionaba con Sus discípulos, ¡hubiéramos podido conocerlo MUCHO MÁS! ¡Anhelamos la experiencia de haber estado ahí!

Pero los ojos de nuestro espíritu pueden verlo todavía, Y ESCUCHARLO. Jesús se comunica con nosotras todo el tiempo. Jesús dice que el Espíritu recibe cosas -- ¿Palabras? ¿Dones? ¿Tareas? –DE JESÚS -- y nos la revela a nosotras.

El Espíritu se relaciona con nosotras A UN NIVEL, que hizo que Jesús les dijera a Sus discípulos, QUE ERA MEJOR PARA ELLOS, que Él se fuera. Y Su ascensión no fue el final de esa relación. ¡Sino el principio!

AHORA TENEMOS MAYOR ACCESO A LA VERDAD, QUE LO QUE LOS DISCÍPULOS TUVIERON, cuando Jesús estuvo físicamente presente. PERO NOTEN, que Jesús no define el rol del Espíritu, solamente, como guía en el estudio intelectual de la Biblia.

Así como Jesús hizo y dijo muchas cosas que nunca fueron registradas en los evangelios, Dios tiene muchos pensamientos, que nunca fueron escritos en la Palabra. La Biblia es el lente, a través del cual, vemos los ambientes del cielo y la tierra, y todo lo que el Espíritu dice, ¡ESTARÁ DE ACUERDO CON LA PALABRA!

El Espíritu nos guía a misterios profundos, y comparte Su corazón con nosotras, de forma íntima y personal. EL DIRIGE NUESTROS PASOS, y abre nuestros ojos a los caminos que Dios tiene para nuestras vidas. La gloria de Jesús SE HACE MÁS VISIBLE EN NOSOTRAS, cuando recibimos una revelación de Jesús, por medio de Su Espíritu.

¡ Cuán claramente vemos este hecho en el caso de los discípulos! AL IGUAL… que con todos los judíos de esa época, sus ideas del Mesías y del Reino de Dios, eran completamente externas y carnales.

A pesar de toda la instrucción del Señor Jesucristo, a través de esos tres largos años, no podían separar SUS MENTES de esas ideas preconcebidas.

Ellos eran totalmente incapaces de comprender la doctrina del sufrimiento y muerte del Mesías, o de la esperanza de Su dominio espiritual e invisible. AUN DESPUÉS DE SU RESURRECCIÓN, Jesús tuvo que regañarlos por su incredulidad, y su lentitud en comprender las Escrituras.

Con la llegada del Día de Pentecostés, ¡UN CAMBIO TOTAL SE LLEVÓ A CABO! La totalidad de sus antiguas Escrituras se abrió delante de ellos. La luz del Espíritu Santo en ellas, ILUMINÓ LA PALABRA. En la prédica de Pedro y Esteban, en los discursos de Pablo y Santiago, la luz divina brillaba sobre el Antiguo Testamento.

¡E igual es para nosotros! No solo es necesario, SINO ÚTIL, que estudiemos las Escrituras y meditemos en ellas, y que obedezcamos la Palabra de Dios, no solo con el intelecto, sino con el corazón también, y con nuestro andar diario.

Sin embargo, recordemos siempre, que es solo cuando estamos llenas del Espíritu, que podemos experimentar el poder y la verdad espiritual de la Palabra. Jesús es “el Espíritu de Verdad.” Él nos guía a toda la verdad, cuando Él vive en nosotras.

Por eso Juan 16:13 dice, “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él los guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que habrán de venir.”

6. ES LA BENDICIÓN DE PENTECOSTÉS QUE NOS DA EL PODER PARA BENDECIR

A OTROS

El poder divino del JESÚS EXALTADO, DE PERDONARNOS, cuando nos arrepentimos y confesamos nuestros pecados, ES EJERCIDO POR JESÚS, a través de Sus siervos, a los que manda a proclamar estas bendiciones.

EL MINISTRO DEL EVANGELIO , que desea predicar arrepentimiento y perdón, POR MEDIO DE JESÚS ¡CON ÉXITO! ¡SALVANDO ALMAS! tendrá que hacer la obra por el poder del Espíritu de Jesús.

La razón principal, DEL POR QUÉ tanta predicación de conversión, y de perdón ¡ES INÚTIL! porque estos elementos de la verdad son presentados SOLO COMO UNA DOCTRINA. Los predicadores tratan de llegar a los corazones de la gente, solo por el poder de su fervor humano… por su propio razonamiento, y su elocuencia.

¡PERO MUY POCA BENDICIÓN VIENE POR ESOS MEDIOS! Es el hombre o la mujer, que hace su deseo primordial, el estar llena del Espíritu de Dios, y luego por fe en Cristo que habita en ella, puede estar segura que el SEÑOR GLORIFICADO hablará y obrará en ella, para recibir la bendición.

TANTO EN EL PREDICAR, como en la vida diaria de una sierva de Cristo, la bendición completa de Pentecostés es la manera segura de volverse UNA BENDICIÓN para otros.

Juan 7:38 dice, “Del interior del que cree en Mí, correrán ríos de agua viva” Esto lo dijo Jesús, hablando del Espíritu Santo. Un corazón lleno del Espíritu desbordará con el Espíritu.

7. ES LA BENDICIÓN DE PENTECOSTÉS, QUE HARÁ A LA IGLESIA DE CRISTO, LO QUE DIOS QUIERE QUE SEA

Ya hemos hablado de lo que el Espíritu hará en las creyentes individualmente. Ahora, también tenemos que pensar…¿Cuál será la bendición para la Iglesia en su totalidad?¿Responderá a su llamado de ser llena del Espíritu Santo? ¿Y poder exhibir la vida y el poder? ¡SI!, Y LA PRESENCIA MISMA – de Jesucristo al mundo.

No solo debemos de buscar y recibir esta bendición, CADA UNA POR SÍ MISMA, sino también recordarQUE LA MANIFESTACIÓN PLENA, de lo que la bendición ES, no puede ser dada hasta que el Cuerpo Entero de Cristo esté lleno de ella.

Primero de Corintios 12:26 dice, “Si uno de los miembros padece, todos los miembros se conduelen, y si uno de los miembros recibe honores, todos los miembros se regocijan con él.”

Si muchos de los miembros de la Iglesia de Cristo están contentos con permanecer sin esta bendición, LA BENDICIÓN DEL ESPÍRITU, la Iglesia entera sufrirá. Aun para los discípulos individuales, la bendición no puede venir en su manifestación total.

Por lo tanto, es muy importante QUE NOSOTRAS no solo pensemos lo que estar llena del Espíritu significa PARA NOSOTRAS MISMAS, sino también, considera lo que puede hacer POR LA IGLESIA… especialmente, en nuestros barrios, ciudades, y en todo el mundo.

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¡ASI QUE! RECORDEMOS LA MAÑANA DEL DÍA DE PENTECOSTÉS. En ese momento, la Iglesia Cristiana en Jerusalén consistía de solo 120 discípulos -- muchos de ellos -- pescadores pobres y sin educación, recaudadores de impuestos, y mujeres humildes. Realmente, esta fue una reunión de gente insignificante, y hasta menospreciada.

Sin embargo , por medio de estos pocos creyentes, EL REINO DE DIOS FUE PROCLAMADO Y EXTENDIDO. A través de ellos,y de aquellos que fueron añadidos, el poder del prejuicio judío, y la dureza del corazón pagano, fueron vencidos, ¡y la Iglesia de Cristo obtuvo triunfos gloriosos!

ESTO SE LOGRÓ, ¡porque la primera iglesia cristiana estaba llena del Espíritu Santo! Sus miembros se entregaron completamente a su Señor. Ellos fueron llenos y consagrados, gobernados y usados, ¡SOLO POR CRISTO!

Ellos se entregaron a Jesús, ¡como instrumentos de Su poder! Jesús habitó en ellos, ¡e hizo en ellos! todas Sus maravillosas obras.

ES A ESTA MISMA EXPERIENCIA, QUE LA IGLESIA DE CRISTO -- DE NUESTRA ÉPOCA -- tiene que regresar. ¡La Iglesia tiene que estar llena del Espíritu!

El Espíritu Santo anhela revelarte las cosas profundas de Dios. Anhela amar a través tuyo. Anhela obrar a través tuyo. Por medio del Espíritu Santo puedes tener fuerza para cada tarea, sabiduría para cada problema, consuelo para cada pena, y gran gozo en el servicio a Cristo.

Por el poder del Espíritu Santo, los cristianos pueden proclamar el evangelio de Jesucristo. LA GENTE SERÁ SALVA, y se convertirá en parte del Cuerpo de Cristo, Su iglesia.

HERMANAS, este llamado es para todas. ¡SOLO UNA COSA ES NECESARIA! Tanto para nosotras, como para toda la Iglesia del Señor, ¡SI! ¡SOLO UNA COSA ES NECESARIA! Tenemos que ser llenas del Espíritu Santo.

Si quieres probar la felicidad. Si quieres saber, por experiencia propia, la bendición inefable de tener a Jesús en tu corazón. De tener EN TÍ a Su Espíritu de santidad y humildad, de amor y sacrificio, de valentía y poder, tan naturalmente y continuamente --como tienes a tu propio espíritu.

S i tú quieres la Palabra de Dios en ti, como luz y poder, y que te instruya a llevar esta bendición a otros. Si tú quieres ver a la Iglesia de Cristo, representada en su esplendor original, entonces sepárate de todo lo que es malo, sácalo de tu corazón, y pon tu deseo ¡EN UNA SOLA COSA! ¡SER LLENA DEL ESPIRITU DE DIOS!

ORÉMOSLE AL SEÑOR

Si quieres ser llena del Espíritu Santo, y vivir una vida victoriosa y de amor, pídele a Jesús que te llene de Su Espíritu Santo.

Repite esta oración después de mí…

Padre, dame las bendiciones de Pentecostés. Derrama tu Espíritu Santo sobre mí. Por fe, lo recibo. Señor Jesús, me entrego completamente a Ti. ¡Santifícame! Lléname de tu amor, valentía, poder, humildad y santidad.

Haz tu Palabra Nueva en mi corazón. ¡Ilumínala! Quiero bendecir a otros en el poder de tu Espíritu, y dar mucho fruto. ¡Guíame, mi Dios! Quiero proclamar el evangelio y traer a muchos al reino, por el poder de tu Espíritu. Jesús, ¡aviva mi corazón!

¡LLÉNAME DE TU ESPIRITU SANTO!

En el nombre precioso de Jesús, ¡Amén y Amén!