Salmo 119:17:32

ABRAN SU BIBLIA AL SALMO 119:17-32

Nikola Tesla, fue el científico, que descubrió el método de generar electricidad. Lo que hoy día conocemos, como la corriente alterna. Mucha gente lo considera un científico genio, mucho mayor aún, que Alejandro Graham Bell.

Hay una anécdota muy interesante acerca de Tesla. Durante las tormentas, Tesla se sentaba en un silloncito al lado de la ventana. Cuando los rayos y relámpagos caían, ¡Él aplaudía! Era un genio reconociendo la obra de otro genio.

Tesla podía apreciar, mejor que nadie, la maravilla de esos rayos y relámpagos, porque se había pasado estudiando la electricidad por años. De la misma forma, cuanto más conocemos a Dios y Su Palabra, más aplaudiremos Sus milagros, y la magnificencia de Su Persona.

EMPECEMOS EN ORACION

Padre, ¡cuán magnífica es Tu Palabra! Nos habla al corazón. Nos cambia. Nos transforma. Gracias que nos podemos reunir, como mujeres, y escuchar lo que tienes que decirnos. Queremos dejar de lado todos nuestros problemas y preocupaciones, y estar atentas a lo que tienes que decirnos.

Señor, gracias por darnos los salmos. Gracias que podemos entrar valientemente ante Tu trono de gracia. Tú te deleitas en enseñarnos Tus verdades. Háblanos, Padre, Tus hijas te escuchan. En el nombre de Jesús. Amén.

El propósito de los Salmos es de ayudarnos a adorar a Dios. De los 66 libros en la Biblia, el libro de los Salmos fue escrito específicamente con este propósito. Los otros libros son históricos, doctrinales, o prácticos.

Pero los Salmos nos llevan al trono de Dios… al santuario íntimo de Su Presencia para gozar de la bendición de estar en comunión con El. Es un libro de devocionales inspirado por el Espíritu Santo.

PAUSA

Cuando te enfrentas a los problemas de la vida, ¿te alejan éstos de Dios? ¿O te acercan más a Él? La forma como respondes a tus problemas, determina la clase de persona que eres.

Cuando estás pasando por momentos duros, cuando te encuentras en una situación difícil, esta oración, que vamos a estudiar en el Salmo 119, es como un bosquejo para obtener esperanza. Es la forma de comunicarte con Dios… de aprender más acerca de Él… y de conocerlo más íntimamente.

El título de este mensaje es “ANTE EL TRONO” y está dividido en dos partes. (I) Las Maravillas de las Ley de Dios; y (II) La Esperanza en Medio de la Tristeza.

COMENCEMOS CON LA PRIMERA PARTE DE ESTE SALMO…

I. Las Maravillas de las Ley de Dios (Salmo 119:17-24)

17 Concédele a tu siervo una larga vida, y obedecer siempre Tu palabra. 18 Ábreme los ojos para contemplar las grandes maravillas de Tus enseñanzas. 19 En este mundo estoy de paso; ¡no escondas de mí Tus mandamientos! 20 Con ansias anhela mi alma conocer en todo tiempo Tus sentencias.

21 Tú reprendes a los soberbios y malvados que se apartan de tus mandamientos. 22 Aparta de mí la vergüenza y el desprecio, porque yo he cumplido con Tus testimonios. 23 Los magnates se reunieron para condenarme, pero este siervo tuyo meditaba en tus estatutos.

24 Yo me deleito en tus testimonios, porque son mis mejores consejeros.

¿Has notado que el autor de los Salmos usa muchas palabras diferentes para referirse a las Escrituras de Dios? Las llama Tu Palabra, Tus enseñanzas, Tus mandamientos, Tus sentencias, Tus testimonios, y Tus estatutos.

Y no se está refriendo solo a los Diez Mandamientos. Él se está refiriendo a la revelación completa de Dios, que se encuentra en el Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento no había sido escrito todavía.

17 Concédele a tu siervo una larga vida, y a obedecer siempre Tu palabra. No es simplemente vida física lo que el salmista quería. Él quería plenitud de vida espiritual.

El autor vivió cientos de años antes de Jesucristo, pero si él hubiera vivido en la época de Cristo, él hubiera entendido perfectamente la contestación de Jesús a la primera tentación del diablo.

Mateo 4 dice que Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu de Dios. Y después de ayunar por cuarenta días, tuvo hambre. El diablo se le acercó, sugiriendo, “Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.”

Jesús resistió la tentación, citando la Palabra de Dios en Mateo 4:4, “Escrito está: No solo de pan vive el hombre, sino de TODA LA PALABRA que sale de la boca de Dios.” Él estaba citando a Deuteronomio 8:3. Tener pan y comida no es lo más importante en esta vida. LO MÁS IMPORTANTE es la obediencia a cada palabra de Dios.

18 Ábreme los ojos para contemplar las grandes maravillas de Tus enseñanzas. La Biblia es rica en cosas espiritualmente maravillosas, que están escondidas a la mirada casual.

Nada en este mundo se compara a las cosas que CUALQUIERA puede encontrar en las Escrituras, cuando Dios abre los ojos del que está espiritualmente ciego para percibirlas.

Jesús les abre los ojos a los dos discípulos, que iban camino a Emaús… para que pudieran ver… entender… como Jesucristo tenía que sufrir antes de entrar a Su gloria.

Después de su encuentro con Jesús, ellos testifican en Lucas 24:32, ¿No ardía nuestro corazón mientras conversaba con nosotros en el camino, y nos explicaba las Escrituras?

¡Qué estudio bíblico más magnífico debe de haber sido ese! ¡Cómo me hubiera encantado estar ahí!

Mis ojos se abrieron a la Palabra de Dios hace 16 años. En Marzo de 1998, le entregué mi vida a Cristo. Quería paz, propósito en mi vida… Quería llenar el vacío de mi vida. Pero más que nada, quería que Dios me perdonara. Quería un nuevo comienzo con El.

Yo estaba EMOCIONADA con mi encuentro con Dios, pero en menos de un mes, perdí mi negocio, y mi estabilidad económica. En ese tiempo tenía mi propia compañía de ventas, y trabajaba con una BUENA CARTERA de distribuidores en Sud-América.

Yo vendía accesorios de belleza para una compañía americana, y una vez que el negocio creció en américa latina, me dijeron, básicamente, que ya no me necesitaban.

Yo había construido este negocio de cero, y ahora que las cosas iban bien, se estaban deshaciendo de mí, y quedándose con todos mis clientes. Sentí que mi mundo se desmoronaba.

PAUSA

Y para remate, mi esposo y yo acabábamos de construirnos una linda casa en Albuquerque… con una vista preciosa de las montañas, pero necesitábamos dos sueldos para pagarla. ¡Y ahora solo teníamos UNO!

Traté de re-activar mi compañía con otras líneas de productos, pero no funcionó. Traté de comenzar otro negocio… totalmente diferente… pero tampoco funcionó. Traté de buscar trabajo, pero nadie quería contratarme.

Como tenía una licenciatura y una maestría en Negocios Internacionales, yo estaba, o muy calificada para los trabajos disponibles, o no estaba calificada en absoluto. Esto continuó por todo un año.

Un día recibí una llamada telefónica de una agencia de empleo. El reclutador me dijo que había un puesto vacante en una MUY BUENA EMPRESA, y que él pensaba que yo era la candidata perfecta para ese trabajo. Y comenzó a enumerar todas las calificaciones que este trabajo requería.

“Increíble”, pensé, “¡Este es el trabajo perfecto para mí! ¡DIOS ME LO HA MANDADO! ¡Finalmente, Señor!

Hasta que el reclutador llegó al último requisito… ¡y me quedé helada! ¡Requerían que yo fuera especialista en la industria de alimentos! “No”, le dije, “Mi especialidad es en la industria de belleza”.

Mi conversación con este reclutador acabó ahí mismo. ¡Ya no estaba interesado en mí! Entonces oré, “Señor, ¿qué pasó aquí? Para qué me diste nuevas esperanzas… ¿si me las ibas a quitar de nuevo? ¿Por qué, Señor?

Un par de días después, me encontré con mi amiga Diana. En esa época, ella trabajaba en una agencia de empleo, y tampoco había podido conseguirme trabajo. “Diana,” le dije, “No entiendo. ¿Por qué Dios abrió la puerta, o al menos un poquito, si me la iba a cerrar de nuevo?

Después de un largo año “de buscar y buscar”, me ilusioné… ¡para nada! Entonces ella me dijo (me imagino que era la reclutadora en ella hablando)… “Tú debiste hacerle dicho que eras buena para aprender... Alimentos… Belleza… ¿Qué importa? ¡Una vendedora es una vendedora!... Ay, Diana…

¡El resultado es que perdí mi oportunidad de conseguir ese trabajo! Pero mientras Diana y yo conversábamos, escuché a Dios hablarme claramente al corazón. Me decía, “Estate quieta y reconoce que Yo soy Dios.” Y me lo repetía una y otra vez, “Estate quieta y reconoce que Yo soy Dios.”

No era una voz audible… Me habló al corazón, pero era tan clara… tan clara como te estoy hablando a ti en este momento. Por eso es tan importante leer las Escrituras… meditar en la Palabra de Dios… de memorizarla porque Dios nos habla a través de Su Palabra.

En ese instante, Dios usó solo un versículo para hablarme. Usó el Salmo 46:10, “Estate quieta y reconoce que Yo soy Dios.”

Después de despedirnos, me subí al carro… y arranqué… el dial de la radio estaba puesta en una estación cristiana. Una linda canción estaba comenzando. Decía, “Estate quieta y reconoce que Él es Dios.” Se me salían las lágrimas. ¡Increíble! ¡Dios realmente me estaba hablando!

“Señor, ¿qué me estás tratando de decir? Por favor, abre mis ojos para poder ver… para poder entender… Mientras manejaba a mi casa me acordé que al día siguiente era el Día del Padre así que fui a la librería de la iglesia a comprar una tarjeta para mi esposo.

Mientras buscaba una bonita tarjeta, una de ellas casi me salta encima. Decía, “Estate quieta y reconoce que Yo soy Dios.”

Al día siguiente… domingo…Día del Padre… fuimos a la iglesia. La alabanza estuvo linda. Luego el grupo de alabanza descendió de la plataforma, y el director se sentó al piano a tocar un solo. Comenzó a tocar y cantar, “Estate quieta y reconoce que Él es Dios.”

Me sentía abrumada…. emocionada. ¡Dios me estaba hablando! Como si estuviera diciendo, “Carmen, ¿por qué te estás estresando tanto? Confía en Mí. Yo tengo un plan para tu vida.

Te amo. Nunca te dejaré ni te abandonaré.”

Finalmente, ese miércoles, como siempre, mi esposo y yo fuimos a la iglesia. El pastor comenzó el servicio, orando, “Estate quieta y reconoce que Yo soy Dios.” De las 2,000 personas que estaban en la iglesia esa noche, Dios me estaba hablando a mí… personalmente

¡Dios se dio grandes molestias para hablarme! ¡Y El hace lo mismo por ti! ¡Todo el tiempo! Pero yo había sido “tan dura” que me tuvo que repetir lo mismo 5 veces para que me entrara en la cabeza.

Y yo que siempre había pensado que los apóstoles “eran bien duros” porque Jesús siempre les tenía que repetir las cosas “varias veces” para que entendieran. Y aun así, no entendían.

¡Y yo tampoco estaba entendiendo!

La verdad es que Dios siempre nos está hablando a través de Su Palabra. Pero, ¿estamos escuchando? ¿Estás dejando que Dios abra tus ojos espirituales? ¿Estás permitiendo que el Espíritu Santo guíe tu vida?

PAUSA

Mientras tanto, no podíamos pagar las cuentas. Los acreedores nos llamaban todo el tiempo. Con las justas podíamos pagar la hipoteca de la casa… La realidad de las cosas es que mientras nos construíamos nuestra nueva casa, yo había gastado mucho más plata de lo que habíamos presupuestado.

Yo quería los mejores acabados. ¡Lo mejor de todo! Pensaba… “yo gano buen dinero.” Todo lo que estoy comprando EXTRA, lo pagaré mensualmente. Tengo que admitir que era muy gastadora. ¡Y ahora me encontraba con que no tenía un centavo! Dios me tuvo que enseñar, que debía ser buena administradora de Su dinero.

¡Uy, como duele no tener plata… pero Dios sabía lo que estaba haciendo. Es tan cierto que Dios disciplina a los que ama. Los primeros 4 años después de mi conversión fueron bien duros… económicamente. Pero me aferré a mi Señor, ¡y Él se aferró a mí! El cumplió Su promesa… Nunca me dejó ni me abandonó.

Él me ha enseñado tanto a través de las Escrituras y a través de las pruebas porque Dios hace Su labor a través de Su Palabra y de nuestras circunstancias. Así que finalmente dejé que el Señor dirigiera mi vida. El problema es que yo pensaba que mi valor personal estaba en mi trabajo… mi carrera… mi dinero… mis éxitos.

Dios me tuvo que enseñar que mi valor está en Él… en Cristo… porque yo le pertenezco a El… Él me ha comprado con Su propia sangre… así de importante soy para Jesús… ¡Y así de importante eres tú para El! Jesús me ha hecho hija de Dios. Me ha dado vida eterna.

Así que me senté a los pies de Jesús… todos los días… orando… leyendo la Biblia… estudiándola… leyendo libros cristianos… escuchando enseñanzas bíblicas en la radio.

Teniendo compañerismo con otras mujeres cristianas. Fue un tiempo precioso aprendiendo y conectándome con Dios.

19 En este mundo estoy de paso; ¡no escondas de mí Tus mandamientos! 20 Con ansias anhela mi alma conocer en todo tiempo Tus sentencias.

El salmista está diciendo aquí que él es un “extraño en la tierra.” Por eso necesita guía, y dirección en su vida. Todo viaje largo requiere un mapa o un guía. A lo que hacemos nuestro recorrido a través de la vida, la Biblia debiera ser nuestro mapa, señalando las rutas seguras, los obstáculos a evitar, y mostrándonos nuestro destino final.

Debemos de reconocer que nosotras somos peregrinas, extranjeras, viajeras aquí en la tierra, que necesitamos estudiar el mapa que Dios nos ha dado, para aprender el camino. Si ignoramos el mapa, vagaremos sin rumbo a través de la vida, y nos arriesgaremos a perder nuestro verdadero destino. ¡La Palabra de Dios es nuestro mapa para la vida!

La vida es una tarea temporal. La Biblia está llena de metáforas que nos enseñan acerca de la brevedad de nuestra vida en la tierra. La vida es descrita como “neblina,” o “vapor” o “un soplo”. El Salmo 144:4 dice: “Los mortales son como una ilusión pasajera; su vida pasa como una sombra.”

C.S. Lewis dice “que todo aquello que no es eterno, es eternamente inútil.” 2 de Corintios 4:18 dice, “Por eso, no nos fijemos en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven, son eternas.”

Es un error fatal asumir que el propósito de Dios para tu vida es prosperidad material o éxito, como el mundo lo define. La vida abundante no tiene nada que ver con abundancia material, y nuestra fidelidad a Dios, NO NOS GARANTIZA EL EXITO… en nuestra carrera, o aun, en nuestro ministerio. No te enfoques en coronas temporales.

Pablo fue fiel, y sin embargo, terminó en la prisión. Juan el Bautista fue fiel, pero fue decapitado. Millones de personas fieles han muerto como mártires, han perdido todo, o han llegado al final de sus vidas, sin nada. Pero el fin de esta vida, ¡no es el fin!

Cuando la vida se pone difícil, cuando estamos abrumadas por la duda, o cuando nos preguntamos si vivir para Cristo vale la pena, recuerda que este mundo no es tu hogar. Cuando mueras, no estarás dejando tu casa – Más bien, te estarás yendo a tu verdadera casa.

21 Tú reprendes a los soberbios y malvados que se apartan de tus mandamientos. La tendencia al pecado puede resumirse en tres cosas: 1) La soberbia es la raíz del pecado, 2) El error es la flor del pecado, y 3) La maldición de Dios es el fruto del pecado.

El orgullo hace que la gente piense que ellos saben más que Dios. Piensan que sus ideas son superiores a las que Dios enseña en Su Palabra. El fundamento de la soberbia-error-y maldición se encuentra “en todas partes” en las Escrituras.

Por ejemplo, lo vemos en la historia de Lucifer, que en una época, ocupaba el lugar más alto en el cielo, un lugar al lado del trono de Dios. Lucifer era una criatura magnífica, brillante de mente y bellísima de cuerpo.

Su función suprema era de conducir los himnos del cielo, y dirigir a los coros angélicos en sus cantos de alabanza a Dios. Pero entonces entró la soberbia. Lucifer pensó que él se merecía la adoración que estaba dirigida a Dios.

Después de la soberbia, vino el error. Lucifer se engañó a sí mismo pensando que él, una criatura creada por Dios, podía destronar al Creador. La decepción fue seguida por la rebelión, y luego vino la maldición de Dios, QUE EN ESTE CASO, fue una maldición sin remedio.

Lucifer cayó de su gloria, y ha estado vagando por los espacios del universo desde ese entonces– este ser retorcido y malvado, que ha sido destinado al infierno.

23 Los magnates se reunieron para condenarme, pero este siervo tuyo meditaba en tus estatutos.

El salmista se está refiriendo aquí a un hombre de posición… de poder, que puede controlar los recursos de estado para desterrar a la Biblia, y perseguir a los creyentes. La Biblia ha sido prohibida, quemada, burlada y ridiculizada. Eruditos la han despreciado como si fuera absurda.

Reyes la han acusado de ilegal. Miles de veces han cavado su tumba, y los himnos del funeral han comenzado, pero de alguna manera, la Biblia nunca se queda en la tumba.

No solo ha sobrevivido, ¡sino que ha florecido! Es el libro más popular que ha existido en toda la historia. El más vendido en el mundo… ¡POR AÑOS! No hay forma de explicar este fenómeno. La única explicación posible es que la durabilidad de la Biblia no se encuentra en esta tierra. Se encuentra en el cielo.

Para los millones de gente que han probado y reclamado sus promesas solo hay una respuesta – LA BIBLIA ES EL LIBRO DE DIOS Y LA VOZ DE DIOS. El propósito de la Biblia es de proclamar el plan, y la pasión que Dios tiene por salvar a Sus hijos. Esta es la razón, por la cual, este libro ha perdurado a través de los siglos.

Es el mapa del tesoro, que nos lleva al tesoro más grande de Dios, a la VIDA ETERNA.

24 Yo me deleito en tus testimonios, porque son mis mejores consejeros. Cuanto más ha buscado la gente despectiva la forma de desacreditar la Biblia, tanto más, ha encontrado el salmista su deleite en ella.

En las páginas del libro de Dios, él encontró una multitud de consejeros, que podían dirigirlo y guiarlo, aun cuando su camino estuviera rodeado de peligro. Es mejor buscar el consejo de Salomón, que el consejo del mundo.

Salomón nos da la sabiduría que viene del cielo. Es mejor buscar el consejo de Moisés, que el de Darwin, cuando se trata del origen de la vida. Es mejor ir a las Escrituras, que a un siquiatra… con nuestra culpabilidad, nuestras depresiones, frustraciones, ansiedades e inhibiciones.

Un siquiatra puede A LO MEJORidentificar la raíz del problema, pero aun así, si está ignorando “la ley del pecado” se estará equivocando. La Escritura no solo diagnostica nuestros problemas, sino que también transforma nuestra personalidad.

¿A quién estás buscando para que te dé consejo? A la Palabra de Dios, ¿o la sabiduría del hombre? ¿Crees realmente que la Biblia es todo lo que necesitas para vivir una vida piadosa y santa?

ASI QUE YA VIMOS LAS MARAVILLAS DE LA LEY DE DIOS, AHORA VAYAMOS

II. La Esperanza en Medio de la Tristeza. (Proverbios 25-32)

25 Me siento totalmente desanimado; ¡infúndeme vida, conforme a Tu Palabra! 29 Apártame de andar tras la mentira, y en tu misericordia enséñame Tu ley.

30 Yo he escogido seguirte fielmente; y tengo presentes tus sentencias. 31 Señor, yo me ciño a Tus testimonios; ¡no permitas que sea yo avergonzado! 32 Quiero seguir la senda de Tus mandamientos, porque Tú le das libertad a mi corazón.”

Aquí, el tono de la oración cambia. Un gran dolor sobrecoge al salmista.

Se da cuenta que la Palabra de Dios es la respuesta a toda necesidad. Lo vemos aplicando la Palabra de Dios a su vida. ¿Cuándo te sientes desanimada o deprimida, buscas a Dios… a Su Palabra para que te consuele? ¿Te aliente? ¿Te ayude?

En medio de mi caos económico, y mientras estudiaba la Palabra de Dios, día tras día, yo también a veces me sentía sobrecogida por el dolor y la soledad. Mientras miraba por la ventana de mi sala, no solo podía ver la gloria de Dios a través de esas magníficas montañas, sino que también podía ver el desierto delante de mí.

Albuquerque es considerado semidesértico. Estéril… seco… caluroso. Me sentía sola. Quería conocer el propósito de Dios para mi vida. Y como al salmista, leer la Palabra de Dios siempre me daba aliento, fuerzas, esperanza.

A pesar de que sabía que era ahí a donde Dios me quería, y a lo que miraba la aridez de la vista delante mío, me acordé de Moisés cuando se escapó del faraón para salvar su vida, y terminó en el desierto de Madián. Yo podía sentir el calor… la soledad de Moisés.

Dwight Moody, evangelista americano, escribió algo muy interesante acerca de Moisés. Dijo: “Moisés vivió 120 años. El pasó sus primeros cuarenta años pensando que era alguien. Pasó los segundos cuarenta años aprendiendo que él no era nadie. Y pasó sus últimos cuarenta años descubriendo, lo que Dios puede hacer, con un don nadie.

Y como Moisés, yo pasé la primera parte de mi vida creyendo que era alguien… tratando de adquirir títulos universitarios, prestigio, carrera, dinero, éxito. Había trabajado con tesón para obtener estas cosas.

Dios me tuvo que poner en un desierto, como a Moisés, para que aprendiera, que yo realmente no era nadie… y poco a poco descubrir lo que Dios puede hacer con una don nadie, como yo.

29 Apártame de andar tras la mentira, y en tu misericordia enséñame Tu ley. Todas estamos propensas a decir mentiras. Nadie le tiene que enseñar a un niño a que mienta.

Algunas personas mienten muy rara vez, solo cuando se encuentran en un momento de apuro. Mientras que otros, mienten todo el tiempo.

Hoy en día, mentir se ha convertido en parte de la vida, aceptado casi sin chistar. Los libros escolares nos mienten. Los políticos nos mienten. Los hombres o mujeres de negocios nos

mienten. Las agencias de publicidad nos mienten. Los periódicos nos mienten. Nuestros hijos nos mienten.

La Palabra de Dios es totalmente opuesta a la mentira. La Biblia dice la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad. “La Palabra de Dios es Verdad.” El salmista quería que Dios lo cambiara ¡de adentro a afuera! ¡Solo la Palabra de Dios puede hacer eso!

30 Yo he escogido seguirte fielmente; y tengo presentes tus sentencias. Debemos escoger hacer las cosas a la manera de Dios. Nadie simplemente se tropieza y cae sobre el buen camino. Si vamos a vivir para Dios, aprendiendo y obedeciendo Su Palabra, debemos TOMAR LA DECISION de hacerlo. Y aplicarnos firmemente, a llevarlo a cabo.

Un gran ejemplo de esta actitud es DANIEL. Daniel 1:8 dice, “En lo íntimo, Daniel se propuso no contaminarse con la ración de la comida y bebida del rey.” Te puedes imaginar a Daniel solo en su cuarto, esa primera noche en Babilonia… Estaría abrumado con nuevas impresiones.

La grandeza y el esplendor de la capital. El paganismo por todas partes. Él y sus amigos habían sido escogidos por el rey. Su inteligencia obvia, su alto rango, y el hecho de ser personas atractivas, les habían asegurado muy buenas perspectivas.

Habían sido preparados para un alto cargo. El mundo yacía a sus pies. Daniel iría a la universidad en Babilonia, y sería entrenado para una posición importante en la administración. Él se asociaría con la inteligencia, la nobleza, la elite social de Babilonia, ¡pero a qué precio!

El precio sería comprometer sus convicciones. Al día siguiente le asignarían un lugar a la mesa de sus compañeros, juntamente con muchos otros. Le ofrecerían la mejor comida de Babilonia. Todas las exquisiteces de la mesa del rey.

Esto me recuerda a los años en que viví en Miami. Las vacaciones de primavera en Miami estaban de moda en ese tiempo. ¡Qué tales vacaciones! Los chicos y las chicas llegaban de

todas partes de los Estados Unidos para pasar una semana de total disipación, desenfreno y libertinaje.

No había supervisión de sus padres. Y peor aún, había mucha presión, por parte de los amigos, a acatarse a un estilo de vida de pecado, de borracheras, e inmoralidad. Muchos chicos morían, cada año, al caerse de las ventanas y los balcones de los edificios, debido al consumo descontrolado del trago y las drogas.

¡Estaban completamente fuera de sí! Estoy segura que muchos de los chicos venían “supuestamente” de buenas familias… pero como mamá y papá no estaban ahí, ¡había que vivir la vida! ¡Darse gusto! ¿Quién se iba a enterar?

PERO NO DANIEL… Él había sido criado en un buen hogar judío. Sus padres le enseñaron las Escrituras… El conocía al Dios de sus padres. Pero ahora se encontraba lejos de su casa… En ese entonces, Daniel tendría probablemente 16-17 años de edad. las tentaciones eran tremendas.

¡DANIEL!!! Después de todo, ¿quién se va a enterar? Tus padres están bien lejos… ¡Este es un nuevo mundo, hombre! ¡Todos los chicos lo están haciendo! MIREN LO QUE DANIEL HACE… QUE TAL DIFERENCIA…

El saca su Biblia y se pone a leer. Pasajes en la Ley Mosaica hablaban de la carne, “que se podía comer, y la que no se podía”. Y como debía ser matado el animal. La carne no podía contener nada de sangre.

Daniel sabía que la carne, que le servirían al día siguiente, no satisfacía los estándares más rígidos de la ley. El vio ante sí mismo dos caminos: Él podía atreverse a enfurecer al rey, o podía dejar de lado la ley de Dios.

Un camino lo llevaría a una promoción, el otro, al peligro. Uno era el camino al deleite, el otro, al riesgo. Un camino implicaba hacer concesiones, el otro, implicaba convicción. Un camino demandaba decir ‘SI” al mundo; el otro camino era decir “SI” a la Palabra de Dios.

El leía las Escrituras, y oraba. Y se dice así mismo, “YO HE ESCOGIDO”. El escogió vivir para Dios. Tarde o temprano cada chico o chica de Dios se enfrenta a esta decisión… a decidir entre hacer concesiones en cuanto a algún principio bíblico, o de obedecer completamente la Palabra de Dios – aun si esto significara ofender a tus amigos, a tu familia, o al jefe.

Algunos pueden decir, “Que hay de malo con coquetear con mi compañero de trabajo… Sí, es casado, pero todoesto es tan inocente.” O “Solo he hecho algunas trampitas en mis impuestos… después de todo, ¿No estamos todas agobiadas con tanta pagadera de impuestos?” ¡Y además, a nadie le gusta la SUNAT!

O “Solo me he agarrado un par de lapiceros de la oficina, y unos cuantos clips… mi jefe nunca se va a enterar. Además, todo el mundo lo hace…” Y la lista de excusas por mal comportamiento sigue… y sigue… y sigue.

Desde que leí la historia de Daniel hace varios años… su honestidad… su integridad… su corazón inflexible, han sido una inspiración y un gran ejemplo para mí. Cuando leí que “Daniel se propuso no contaminarse… Me dije: “Yo quiero hacer lo mismo… Quiero vivir una vida de convicción.” ¡Quiero ser como Daniel!

Por eso he escogido los versículos 29-30 de este pasaje, como mi mapa para esta vida. “Es una manera de reiterar mi resolución ante Dios.” 29 Apártame de andar tras la mentira... ¿Quién quiere vivir una vida de decepción… una vida que compromete sus propios valores? 30 Yo he escogido seguirte fielmente.”

Efesios 4:22 dice “Despójense de su vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos.” Debemos de quitarnos lo malo, y ponernos lo bueno. Dejar de decir mentiras… y escoger decir la verdad. Y el salmista termina diciendo “Y tengo presentes tus sentencias.” ¡Simplemente dice, “Sigue el Libro de Dios… ¡Obedécelo!”

¿Dónde te encuentras en todo esto? ¿Estás dispuesta a decirle “SI” a Dios, y “NO” al mundo? ¿Estás dispuesta a comprometer tus valores, o a vivir una vida de convicción? ¿Estás más preocupada por el que dirán de la gente, que por lo que Dios pueda decir?

31 Señor, yo me ciño a Tus testimonios; ¡no permitas que sea yo avergonzado! 32 Quiero seguir la senda de Tus mandamientos, porque Tú le das libertad a mi corazón.”

La palabra “ciño” significa “agarrarse”, “aferrarse” o “pegarse”. En momentos de gran angustia no hay nada mejor que agarrarnos de Dios y Sus testimonios. ¡El salmista quería vivir para Dios! Le estaba pidiendo a Dios que agrandara y aumentara este deseo. Este pasaje termina con él corriendo vigorosamente y libremente en los caminos del Señor.

¿Ves tu vida cristiana como una carrera que debes de ganar? ¿O la consideras simplemente como un paseo ocasional, y sigues al Señor apáticamente y a la distancia?

Hebreos 12:1 dice “Liberémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.”

El apóstol Pablo declara en 2 Timoteo 4:7-8, “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, que en aquel día me dará el Señor, el Juez justo; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman Su venida.”

¿Te apasionan Dios y Su Palabra? No solo leerla, ¿sino obedecerla? ¿Te encanta orar y estar en comunión con el Señor? ¿Estás más cerca de El hoy día, que hace un año… o hace un mes… o hace una semana?

OREMOSLE AL SEÑOR

Padre, gracias por el privilegio de haber estado Ante el Trono. Ante Tu Presencia. Gracias por las maravillas que podemos encontrar en Tu Palabra. Es como excavar un tesoro, que

se hace cada vez más valioso. ¡Que vale más que toda la plata del mundo! Tu Palabra nos muestra el camino a la salvación y a la vida eterna.

Padre, ayúdanos a ser como Daniel. A ser mujeres íntegras, y verdaderas. Mujeres de palabra. Señor, no queremos contaminarnos con las cosas del mundo. No queremos ser mentirosas. Queremos ser mujeres piadosas y virtuosas… aun cuando no les caigamos bien a otros.

Padre, Tu Palabra nos da esperanza en medio de la tristeza. Cuándo nos sentimos desanimadas, deprimidas, o frustradas, ayúdanos a buscarte con afán. A escudriñar Tu Palabra para que nos consuele. Nos aliente. Nos ayude. Solo Tu Palabra nos da la sabiduría del cielo. Gracias por Tu gracia y misericordia. En el nombre de Jesús. Amén.