El testimonio de Sharon

En el libro de Rut había un hombre llamado Elimelec, él era el suegro de Rut. Elimelec estaba casado con Noemí, ellos tenían dos hijos, Malón y Quelión. Elimelec estaba equivocado cuando tomó la decisión de sacar a su familia de Belén, no estaba mirando las cosas de arriba. Lo que empeoró de su decisión fue que él no estaba caminando por fe, sino, por vista.

El mudó a su familia de la ciudad de Belén a una nación pagana llamada Moab. Los moabitas eran un pueblo despreciado que adoraba a Quemos. Elimelec murió pocos años después de haber llegado allí. Tristemente, sus únicos hijos Malón y Quelión murieron también. Malón se había casado con Rut, una moabita y Quelión con Orfa, también moabita.

Noemí perdió su fe y confianza en Dios. Ella y su esposo nunca debieron haberse mudado a una nación pagana y luego permitir que sus hijos se casaran con mujeres paganas. Las cosas no salieron muy bien………………..esa fue una tragedia que ella sintió no poder soportar. No era una época en la historia en la que una mujer podía valerse por si misma. Su existencia dependía del apoyo de su esposo o de un pariente, que era un familiar cercano. En lugar de arrepentirse, ella se volvió resentida. ¡Noemí quería irse a su casa! Regresar a la seguridad de sus amigos y familiares en Belén.

Ella sentía que Dios la había tratado duramente. Noemí actuó como lo hacemos muchas de nosotras, miramos las circunstancias y decimos: ¡Cómo pudo pasar esto! En vez de estar mirando hacia arriba y decir “no sé porque me está pasando esto, pero yo sé que tu Espíritu está aquí y que Tú me vas a tomar de la mano y vas a caminar conmigo a través de esto.---Fe.

Por supuesto que Dios estuvo con ella a través de todo el dolor. Rut era una bendición de Dios que Noemí no estaba considerando. Noemí trató de desanimarla de ir con ella a Belén, ella quería que Rut se quedara con su gente en Moab; Rut ni siquiera la escuchaba, ella amaba a Noemí y quería aprender más acerca del Dios de los hebreos. Yo creo que Noemí subestimaba la fortaleza y convicción de su joven nuera.

Rut era una mujer de palabra, era joven, valiente, conocía y abrazaba lo que significaba un compromiso. A diferencia del mundo en el que ella se crio, Ruth era una mujer de fuertes valores morales. Ella estaba dispuesta a renunciar a su vida pasada a cambio de un nuevo futuro en una tierra completamente desconocida.

Ruth sabía lo que ella estaba sacrificando y a lo que estaba renunciando, mamá y papá, hermanos, hermanas, amigas, la abuela y el abuelo, las calles en las que jugaba de niña; todo aquello tan familiar para nosotros que hace de nuestra casa un hogar. Me pregunto ¿cuántos de nosotros abandonaríamos la seguridad de nuestro propio capullo y saldríamos en fe como ella lo hizo?

Ella era una Moabita, sería despreciada y odiada, pues su cultura, adoraba a un dios que aceptaba sacrificios humanos, que promovía un comportamiento inmoral. Ella sería una mujer impura en medio de ellos. “No hables con ella, no la toques, pero sobre todo, no hagas amistad con ella o podríamos contaminarnos. Dejen que ella luche por conseguir su propia agua del pozo”. Estos serían sólo algunos de los obstáculos que Rut enfrentaría. Eso no la desvió.

Rut estaba lista para realizar este viaje a Belén, y nada podría detenerla.

No permitió que su suegra la disuadiera o la dejara.

Esto es lo que dijo Ruth: “No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.” (Rut 1:16,17)

Fue la fe de Rut en alguien o en algo invisible lo que cambió todo su futuro y el nuestro ------- el plan de Dios para Rut fue un plan mucho mejor de lo que nadie podría haber imaginado. Ella vendría a ser la bisabuela del rey David.

Hasta ese preciso momento, ¿podría alguien realmente haber visto el plan de Dios en todo esto? No lo creo. Rut quería aprender acerca de este Dios de quien había oído hablar. Él había tocado su corazón, Rut estaba caminando en fe. A través de la divina intervención de Dios, Él no sólo llenó de ricas bendiciones a ambas mujeres, sino también estableció el linaje para la venida de nuestro Señor y Salvador.

En Mateo 17:20 “Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.”

La palabra fe es usada en la Biblia 245 veces.

Yo fui criada en una estricta familia católica. Asistí a una escuela católica durante 10 anos. Era considerada una “católica de hueso colorado” al igual que toda mi familia. Cuando me casé, a la edad de 19 años, la vida me abrió algunas puertas que me llevaron, por su puesto, hacia Jesús, aunque no me lo parecía así en ese momento. Mi flamante esposo era un hombre abusivo; a solo dos semanas después de casados recibí mi primera bofetada. El abuso empeoró y se prolongó durante dos años antes de abandonar el matrimonio. Viniendo de una familia con creencias tan fuertes en la Iglesia, mi madre me recalcó que nosotros éramos católicos, y que los católicos no se divorcian. Tuve que tomar una decisión—quedarme en mi matrimonio, o correr el riesgo de volverme a casar e ir directo al infierno por vivir en adulterio. Yo tenía solamente 22 anos, yo sabía que me volvería a casar algún día. Así que tomé una decisión muy deliberada. Dije: Escojo el infierno. Esta no fue una decisión muy sencilla. Yo en verdad creía en el infierno como lo hago hoy, y creía que iba hacia allá.

Conocí a mi segundo esposo unos cuantos anos después. ¡Estaba tan enamorada! Estuvimos saliendo durante pocos anos y después comenzamos a vivir juntos; la única de cinco hermanos que vivía en pecado. ¡Lo que me importaba! De todos modos, yo me iba a ir al infierno. Fue en ese tiempo que mis futuros cuñado y cuñada comenzaron a asistir a aquella Iglesia en Costa Mesa, de hecho, esa gente se estaba reuniendo bajo una carpa. ¡Asombroso! Una católica escuchando por primera vez (lo que me pareció en ese entonces) a un montón de aleluyas bajo una tienda de campana. Escuché las historias de la Capilla del Calvario, y escuché su testimonio en curso acerca de recibir a Jesús como su salvador. Nos estaban volviendo locos a todos en la familia. Nadie quería estar en la casa cuando ellos venían a visitarnos. Pero el Espíritu Santo estaba trabajando en mi vida. Comencé a ponerles atención y a hacerles preguntas, después, para su sorpresa, un domingo por la tarde accedí a la invitación de ir a la Iglesia con ellos, acepté al Señor en mi vida, supe lo que era el perdón y descubrí que no iría al infierno después de todo. Regrese a casa transformada.

Mi vida y mi novio (su nombre era Roger) me dijo: “¿lograste sacar esto de tu sistema?” Le respondí que, en vez de eso, había aceptado a Jesús como mi Salvador. Su comentario fue: “Escoge, o yo, o Dios”. Le dije: “Ya tome una decisión, escojo a Dios”. Pero aun así, continuamos casados durante un corto tiempo después. Desafortunadamente, ese matrimonio también se estaba dirigiendo al desastre. Roger y yo nos divorciamos después de doce años de casados. Voy a regresarme aquí unos pocos años en cuanto a mi testimonio. Yo no soy de la típica era de los 60’s. Nunca tuve el deseo de usar drogas. La idea de no tener el control de mis sentidos, simplemente no se registraba en mi mente. Además, yo simplemente no quería tener que afrontar a mi padre si él llegara a descubrirlo. Él era un hombre muy amoroso, pero, hombre, tu no querrías cruzar ninguno de sus limites. Mirando ahora hacia atrás, puedo ver la mano de Dios en ello, Sin embargo, yo no lo sabía en ese tiempo.

Dos años después de estar casada con Roger, él comenzó a traer gente muy desagradable a nuestras vidas. Mi esposo se estaba convirtiendo en un latente drogadicto, y los hombres que traía a casa eran traficantes de drogas. Yo estaba fuera de mí. “¿Cómo pudo permitir que esto sucediera en mi propia casa, con mis hijas adolescentes en el cuarto de al lado?”

Como te podrás imaginar, mis hijas no se escaparon de ello, ellas comenzaron a fumar mariguana (después me vine a enterar que la encontraron en los cajones de su papá). Dime acerca de una madre que vive en la obscuridad. ¡Yo ni siquiera me di cuenta de que él mantenía la droga escondida ahí, pero ellas sí lo supieron!

Mi hija Shelly comenzó a meterse en problemas andando con el grupo equivocado, abandonando la escuela, etc. Después, en una noche en Febrero, justo unos pocos días antes de cumplir 16, Shelly se fugó de la casa. Huyó en la medianoche con una amiga y nuestra camioneta. Escuchamos por otras personas que se dirigían a Lake Charles, Louisiana. El origen de esa idea estaba más allá de lo que nosotros podíamos soportar. Haciendo nuestro propio trabajo policial logramos trazarla en su viaje a Lake Charles (los adolescentes no son tan inteligentes como piensan, dejan pistas). Mi esposo estaba ahí, esperando que se detuviera en un alto. Sucedía que era su cumpleaños, así que cuando él abrió la puerta del conductor, lo primero que dijo fue: “!Feliz cumpleaños!”.

Shelly se volvió a escapar un total de tres veces. Los problemas siempre precedieron y sucedieron a estos tiempos difíciles. Lo peor llegó cuando ella y otra amiga decidieron huir hacia Hollywood. Eso les parecía a ellas bastante divertido. No tenían dinero o a dónde llegar. En una cafetería se pusieron a conversar con unos muchachos aparentemente agradables quienes les ofrecieron dejarlas usar el teléfono de su cuarto de hotel. Una vez que estuvieron en el cuarto la puerta fue asegurada detrás de ellas. Mi hija fue secuestrada durante tres días, repetidamente violada por estos tipos, inyectada con diversas drogas e intentaron ponerla a prostituirse en las calles. Eso fue en lo único en lo que no tuvieron éxito. La tarde del tercer día, Shelly pudo llamar a la policía y ser rescatada.

Cuando la policía me llamo para decirme que tenían a Shelly en sus recintos y fui enterada de lo que le había sucedido, mi respuesta fue que ella estaba mintiendo. “Esta en problemas otra vez, no le crean.” Yo me había vuelto fría y dura para con mi propia hija.

Mi matrimonio termino dos años después. Eran demasiados problemas. ¿Dónde estaba mi Dios mientras yo atravesaba todo esto? Parecía que yo estaba completamente sola. Él estaba ahí, solo que entonces yo no veía. Ahora lo veo.

Ahí estaba yo sola de nuevo, a la madura edad de 44 años.

Cuando estás en tus 40’s y sola, la vida no es tan sencilla como lo fue cuando estabas en tus 20’s. Hay mucha gente extraña afuera. Fue un tiempo muy difícil poco placentero. Yo no quería estar otra vez sola, es francamente aterrador.

Pero mi Señor y Salvador estaba siempre ahí, listo, esperando que yo le pidiera su ayuda, lo cual hice constantemente. Descubrí la bendición que hay en una oración que no ha sido contestada. Le pedí vez, tras vez, que mi esposo aceptara a Jesús como su Salvador y que nuestro matrimonio fuera restaurado, pero nunca sucedió. Hasta este día, él todavía rechaza aceptar a Jesús.

Yo recuerdo cuando durante el año iba con mis hermanas a varios estudios bíblicos y a muchos desayunos de oración. Algunas veces el conferencista tenía alguna palabra del Señor para alguien. Yo siempre pensaba “¿Porqué eso nunca sucede para mi? Me encantaría escuchar una palabra de ánimo del Espíritu Santo”. Parece que eso nunca sucedió. ¡Ay!!Pobre de mí!

La mañana de un sábado, mi hermana Judy y yo fuimos juntas a un desayuno de oración. Eso fue hace tanto tiempo que ya no recuerdo quién era la conferencista o lo que ella que estaba enseñando. Yo estaba sentada escuchando, cuando, eché un vistazo por la ventana y vi que mi carro, probablemente estaba mal estacionado. Estaba viendo mi carro y preguntándome si estaría bien estacionarlo ahí, espero que no me vayan a dar una infracción, cuando de repente mi hermana comenzó a empujarme diciéndome: “Te está señalando”. ¡Esta mujer tenía una Palabra para mí!!

Nunca he olvidado lo que ella me dijo y en lo que yo debía depender. La Palabra era de Cantares 2:11 “Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue;” El Señor me estaba diciendo que mis tiempos difíciles se habían ido. Yo vivo por esa promesa. Se hizo realidad el 4 de Julio de 1996, cuando conocí al hombre que se convertiría en mi esposo, su nombre era Ken Rude.

Ken era el jefe de la California Highway Patrol. Estábamos casi siempre sobre la marcha con su trabajo por todo el estado de California. Después de algunos años compramos una casa de vacaciones en Lake Alma, Ca. Pasábamos los veranos allá y regresábamos en el invierno a Arroyo Grande, ¡nos encantaba! Incluso compramos un tiempo compartido en Cabo San Lucas a donde íbamos una vez al año. Teníamos, lo que parecía ser una buena vida; pero, hombre, ¡cómo pueden cambiar las cosas!

En Marzo del 2006 yo me estaba dando palmaditas en la espalda por haberme hecho todos mis exámenes médicos del año, los ojos, la tiroides, el papanicolaou, y la sangre. ¡Tengo esto bajo control, qué mujer! Estábamos planeando un viaje a Los Cabos, cuando mi doctor llamo para decir que encontró algo y quería tomar una mejor muestra; es decir, hacer una cirugía. Fui diagnosticada con cáncer de ovario. Lo bueno de todo esto- si es que hay algo bueno en ello- fue el hecho de que yo siempre había estado al corriente con mis revisiones médicas, por lo tanto, esto fue encontrado en su primera etapa. Esto casi nunca sucede. El cáncer de los ovarios es considerado como el asesino silencioso de las mujeres. Normalmente no es detectado, sino hasta la tercera o cuarta etapa. Dios está siempre en los detalles.

Después de la cirugía comencé con tratamientos de quimioterapia. Como muchos de ustedes sabrán, es la cosa más desagradable que atravesar durante los seis horribles tratamientos. Te debilita y te hace experimentar condiciones como de gripe. No podía pensar por mi misma. Tu sistema inmunológico desciende peligrosamente exponiéndote a contraer cualquier infección que podrían llevarte a una inmediata hospitalización. ¡Como mujer, la peor parte fue la pérdida de mi cabello! Gracias a Dios por los medicamentos anti-nausea, ya no es necesario tener que pasar esa terrible sensación. Mi Dios y mis compañeras de oración me ayudaron durante esta pesadilla. Damas, si aún no pertenecen a un grupo de oración, quiero animarlas a se unan a uno ahora mismo. A mí me aconsejaron unirme a un grupo de apoyo contra el cáncer, pero yo no lo necesitaba, ya tenía mi apoyo a través de mis hermanas en el Señor.

En Agosto mi esposo comenzó a quejarse de no sentirse bien. Se estaba debilitando y comenzó a perder peso. Fue diagnosticado con Leucemia LMA, un tipo de leucemia que suele ser fatal en personas mayores. A mi esposo le dieron seis meses, tal vez un año de vida. Ahí estábamos los dos, pasando por cirugías y quimioterapias al mismo tiempo. A Ken lo estaban atendiendo en City of Hope, y a mí aquí, en San Luis Obispo. El falleció después de solo cinco meses.

Tuve la bendición, y aún la tengo, de haber tenido como esposo a un hombre maravilloso y atento. Compartimos nueve años y cuatro meses juntos. Él preparó mi camino para un futuro sin él. Ken partió con Señor y está ahora ante Su presencia.

Cuando David se sintió traicionado, él estaba preocupado por lo que clamó a Dios: "Oh si me dieses alas como de paloma, me gustaría volar y estar en reposo". David quería esconderse y escapar de sus problemas personales. Es muy fácil sentirse de esa manera.

Booz, después de conocer a Rut dijo: el "Señor Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte, él te de el pago por tu trabajo".

Hace varios años había una canción popular de música country, decía algo como esto --- "En las alas de una paloma blanca como la nieve, Él envía su perfecto amor, una señal del cielo en las alas de una paloma".

También Isaías dice: Esperad en el Señor alas como las de las águilas, y por la Fe, elévate por encima de las tormentas de la vida. Quiero animarte a contar con el Espíritu Santo todos los días, a volar como las águilas, a caminar en fe, y a confiar en tu Dios vivo.