A todo el mundo le encanta una buena historia. Cuánto más intrigante la trama y los personajes, ¡mayor es nuestro interés! Los eventos históricos acerca del nacimiento de Jesucristo es una de esas historias. ¡Es la historia más grandiosa de todos los tiempos!

La Navidad es la celebración de una promesa cumplida. La promesa de Dios a Su pueblo, de que El proveería un Salvador. Ese Salvador sería Su Hijo Jesús – Dios y Hombre a la vez -- concebido milagrosamente, revestido en carne humana, viviendo entre nosotros… para morir en nuestro lugar.

¿Te imaginas? Aquel que creó a la primera mujer, nació de una mujer. Aquel del cual dependemos para todo, dependió de padres humanos. Aquel que sostiene al mundo en Sus manos, fue sostenido en los brazos de María.

El Consolador se volvió en un bebé indefenso. ¡El Creador se convirtió en criatura! Si te pones a pensar, ¿No es la navidad algo increíble? ¿No se merece Jesús toda nuestra adoración y gratitud?

¡Imagínate a ti misma en medio de este drama “REAL Y VERDADERO EN LA HISTORIA.” Imagínate estar en el cuarto de María cuando el ángel Gabriel se le aparece con un anuncio impactante. En Lucas 1:38 María le dice al ángel, “Yo soy la sierva del Señor. ¡Cúmplase en mí lo que has dicho!”

Aquel día era un día cualquiera. Seguro que María había estado haciendo sus quehaceres de la mañana, cuando Dios interrumpe sus planes“CON SU PROPIO PLAN.” ¡Ella sería la que daría a luz al Mesías!” le había dicho el ángel Gabriel. “María, no temas. Dios te ha concedido Su gracia.” ¡María no lo podía creer!

Como toda adolescente, ella había escuchado acerca de Aquel que iba a venir, ¿pero recibir la noticia de que Dios la había escogido A ELLA como madre del Salvador?

¡EN SU PROPIO CUERPO! ¿Cómo puede ser esto? se pregunta ella.

María tenía que darse cuenta, hasta cierto punto, que este privilegio le costaríaCUALQUIER CANTIDAD… A SU REPUTACIÓN. Dudas acerca de su pureza, chismes a sus espaldas, miradas recelosas, acusaciones frías. ¿Quién dijo ella que era el papá?

¡SIN EMBARGO, MARIA RESPONDIÓ AL INSTANTE EN FE!

Sin titubear, María respondió en sumisión a lo que Dios quería. Para ella, era suficiente que Dios hubiera prometido hacer lo imposible. Para ella era suficiente que Dios le hubiera encomendado este privilegio. ¡Y ELLA CONFIARÍA EN DIOS… CON TODO LO DEMÁS!

Por lógica, entendemos que una virgen no puede dar a luz a una criatura. ¡Es imposible!

¡Pero es exactamente lo que iba a suceder! Cuando Dios habla de hacer lo imposible, lo que Él dice, deja de ser absurdo. No hay montaña demasiado alta para Dios. No hay valle demasiado profundo, ni problema demasiado grande para El. ¡No hay nada imposible para Dios!

¿Cuándo fue la última vez que Dios hizo lo imposible en tu vida? ¿Cuándo fue la última vez que Dios te habló acerca de lo que Él quería hacer, y tú te asustaste por su magnitud? ¡Pero Dios todavía hace lo imposible!

Muchas veces reconocemos que Dios puede hacer lo que Él quiere. Sin embargo, cuando se trata de nosotras mismas, decimos:“Ay, pero no creo que Dios vaya a hacer eso conmigo.” Nos convertimos en ateas prácticas, creyendo que Dios puede hacer milagros, ¡SI! pero nunca esperando un milagro en nuestras propias vidas.

Dios quería traer la salvación a toda la humanidad. Pero era crítico que María creyera, no solo que Dios podía hacer el milagro,sino también, que ella tenía que adaptar su vida para la maravillosa obra que Dios tenía planeada A TRAVÉS DE ELLA. ¿Crees que para Dios no hay nada imposible?

El ángel le había dicho a María, que Aquel que ella concebiría, sería más grande que cualquier cosa que ella jamás había soñado – más grande que cualquier cosa que este mundo había conocido. María jamás se hubiera imaginado, lo que vendría después, como resultado de su fiel obediencia.

De la misma manera, TÚ NO TE PUEDES IMAGINAR todo lo que Dios tiene deparado para ti, CUANDO CONFIAS EN EL. Él sabe PERFECTAMENTE lo que va a hacer para traer salvación a esa persona por quien has estado orando, o sanar a tu amiga, o proveer por tus necesidades. Dios tiene todo dispuesto. PERO ¿LE CREERÁS?

PAUSA

¡Y LA HISTORIA CONTINUA! cuando Lucas 2:1 dice, “Por esos días, Augusto César promulgó un edicto en el que ordenaba levantar un censo de todo el mundo.” Como María y José eran descendientes de David, tenían que viajar a Belén para inscribirse. La ciudad estaba repleta de gente. ¡No había lugar donde hospedarse!

Lucas 2:7 nos relata las famosas palabras… “No había lugar para ellos en el albergue.” Había lugar para los mercaderes,¡SI! para los recaudadores de impuestos, para los viajeros y turistas, pero no había lugar para María, y el divino Cristo, que nacería esa noche.

Esa noche, una de las paradojas más increíbles, sucede en Belén. La figura más grande de la historia nace, no en un palacio o una mansión, sino en un establo. Un evento que estaba destinado para impresionar y moldear el universo, causa poca emoción en un mundo pervertido por el egoísmo, y cegado por la codicia.

Príncipes terrenales hacen su entrada al mundo, rodeados de magníficas comodidades, mientras que sus súbditos, esperan ansiosos el anuncio de que el príncipe ha nacido. PERO CUANDO JESUCRISTO, EL HIJO DE DIOS VINO AL MUNDO, solo unos cuantos pastores, y algunos magos del oriente, estaban al tanto de que el REY DE REYES había nacido.

Aquel cuyo nombre es sobre todo nombre, Aquel que es el Príncipe de Paz, y el Príncipe del Cielo estaba envuelto en simples pañales, y puesto en un pesebre “Porque no había lugar para ÉL en el albergue.”

Hoy día, después de dos mil años de cristiandad, todavía hay el peligro, que en esta época, estemos muy ocupadas para darle lugar a Jesús. Las tiendas están repletas de gente yendo de tienda en tienda buscando ofertas… comprando regalos. La gente va en manadas a las fiestas navideñas, a los programas, bazares, y banquetes especiales.

PERO AHORA, como en ese entonces, hay el peligro de estar muy ocupadas para hacerle lugar a Jesús. Este Cristo, que vino como bebé a Belén, para morir en la cruz por nosotros ¡PARA SALVARNOS! y resucitar de la tumba, puede transformar y cambiar tu vida, no importa cuál sea tu circunstancia – SI ES QUE HAY LUGAR EN TU CORAZON… PARA ÉL.